El gerente de la empresa constructora Altuna y Uria, Fernando Lucas (a la derecha) junto al diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, llegan al lugar del atentado/ EFECon tres tiros, uno de ellos mortal, la banda terrorista ETA terminaba hoy a mediodía con la vida del empresario vasco Ignacio Uria, de 71 años, en la localidad guipuzcoana de Azpeitia. Dos presuntos terroristas, de unos 30 años de edad, asestaban balazos a quemarropa a quien era miembro del consejo de administración de la constructora Antuna y Uria, que trabaja en las obras del trazado ferroviario de la Y vasca entre Arrazua y Legutiano. Esta línea de alta velocidad, que unirá las tres capitales vascas, está en el punto de mira de los violentos desde el inicio de su construcción. Además, según fuentes policiales, el empresario había recibido varias amenazas en los últimos años por no pagar el impuesto revolucionario.
El empresario, padre de cinco hijos, se dirigía al restaurante Kurikuri a donde acudía habitualmente a jugar a las cartas. El hecho de que casi diariamente siguiese la misma rutina, así como la falta de escolta, facilitó la tarea de los terroristas, que le dispararon cuando caminaba por la Plaza de San Ignacio de Loyola de la localidad vasca. Hasta allí se desplazaron los servicios sanitarios, que intentaron reanimarle sin éxito. Con esta muerte son cuatro las víctimas fallecidas en manos de ETA en lo va de año.
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